Mis frases para amigas de verdad
Quizá mi nuevo lamento no sea escuchado porque va más allá de lo que podemos admitir, pero he de reconocer que ya no aguanto más, y que mis frases para amigas caen completamente en el más puro lamento, y que ya nadie quiere ni reconoce el afecto que por una amistad, por una amiga, una pueda llegar a sentir, por eso me siento herida, y quiero gritar, pero antes de conseguir ese ligero ritmo de mi garganta, antes debo querer recibir algo a cambio, que se han hecho de aquellas frases para amigas que tantas tardes me enviaste por correo, de tantos momentos pasados y vividos, de tantas y tantas cosas que hemos llegado a conseguir decirnos sin miedo y sin temor a ninguna reacción mala por parte del otro, que estamos haciendo perdiendo la amistad, dejando de ser amigas de verdad.
He de reconocer que estoy triste, porque la amistad no deja de ser un lamentable estado donde nadie sabe bien lo que está corriendo mensajes de amistad, y donde parece que todo pueda pasar pero al fin no pasa nada, he de decirte que las frases para amigas que me llegaste a enviar las tengo todas conservadas, en el fondo de mi cajón, a la espera de que algún día una mano y unos ojos curiosos se quieran hacer con ellas, y que vuelvan a reinar por encima de las amigas que eramos, quizá nuestro legado sea ese, esa caja llena de recuerdos infames.
He de reconocer que estoy triste, porque la amistad no deja de ser un lamentable estado donde nadie sabe bien lo que está corriendo mensajes de amistad, y donde parece que todo pueda pasar pero al fin no pasa nada, he de decirte que las frases para amigas que me llegaste a enviar las tengo todas conservadas, en el fondo de mi cajón, a la espera de que algún día una mano y unos ojos curiosos se quieran hacer con ellas, y que vuelvan a reinar por encima de las amigas que eramos, quizá nuestro legado sea ese, esa caja llena de recuerdos infames.